“Para saber que pasa en el mundo no hay que ver noticieros sino series”
Omar Rincón, profesor de la Universidad de Los Andes de Colombia
Cuando llego a casa de mis padres de visita y veo a mi madre de base seis que está feliz viendo la nueva serie de Luis Miguel en Netflix pienso que algo está ocurriendo. Es un fenómeno que va más allá de la reinvención del propio artista que ha empezado a resucitar de lo que parecía ser el epílogo de su carrera, se trata de la revolución que está produciendo esta plataforma de transmisión de películas y series por Internet.
Para que una persona de la generación baby boomer (nacidos entre el año 45 y 65 más o menos) se haya suscrito a Netflix que es considerado un esquema de entretenimiento popular entre los Millennials (nacidos después del año 2,000) y se haya enganchado con la serie de Luis Miguel de tal forma que completó toda la temporada en un solo día, entonces podemos hablar de un esquema de entretenimiento que está teniendo repercusiones culturales importantes. Netflix además de mover millones de dólares llega cada vez a más personas en el mundo pero sobre todo está cambiando hábitos de entretenimiento que van haciendo cada vez más obsoletos esquemas como la televisión abierta y la de cable tradicional.
Lo atractivo de Netflix es que una persona puede hacer una maratón de series y verse una temporada o más en un solo día. Como bien se dice es la “posibilidad de ver lo que quieras, cuando quieras y donde quieras” (cualquier televisor o dispositivo móvil con acceso a Internet). Las conversaciones sobre un personaje como Luisito Rey que encarna al villano padre de Luis Miguel en la serie trascienden contextos, porque las podemos escuchar en las charlas de peluquerías femeninas tanto como ser materia de una parodia en un conocido programa cómico de la televisión abierta. El otro día hasta pude escuchar que a un señor que llamaba la atención de su menor hijo en la calle le gritaron desde un bus de transporte público a viva voz…”oye Lusito Rey no tortures a tu hijo”…ante la risa general de los allí presentes.
Los países Latinoamericanos están entre los principales consumidores de este nuevo servicio de entretenimiento y donde los productos favoritos sin duda son las series. A las ya tradicionales temporadas de “Juegos de Tronos”, Breaking Bad”, “Mad Men” y “Vikingos” se están sumando cada vez más nuevas y creativas producciones como “Black Mirror” que explora un futuro que se viene con inquietantes capítulos que nos hacen reflexionar sobre los peligros que puede entrañar la tecnología. También otra serie que ha dado mucho que hablar es “13 reasons why” (por trece razones) que explora los temores y vicisitudes de la adolescencia que llevan a la protagonista a suicidarse y donde a través de unos audios revela toda la trama donde sus propios amigos contribuyeron de alguna manera a que tomara esa decisión. Los documentales también son bastante interesantes además de la gran cantidad de películas a disposición.
Omar Rincón que es un profesor de periodismo colombiano como otros especialistas está recomendando utilizar las series (tipo Netflix) como un instrumento de aprendizaje para los alumnos millennials y las generaciones que se vienen. Él critica que en tiempos de Internet, computadoras y tablets se encierre a los alumnos en un salón con llave. Lo cierto es que las instituciones educativas deben incorporar la realidad cotidiana que viven sus alumnos como parte de su pedagogía, de lo contrario serán incapaces de transmitir los conocimientos o despertar un sentido crítico en sus alumnos.
No todas son noticias buenas para el uso de plataformas de entretenimiento como Netflix porque hay estudios que van en el sentido que su uso excesivo, entiéndase esto como estar pegado a la pantalla por muchas horas puede incidir en aspectos como descuidar el trabajo hasta otros como el aumento de la obesidad. Por eso como toda innovación relacionada al entretenimiento hay que saber manejarla y dosificarla para evitar sus aspectos nocivos.